Esta aplicación facilita el manejo de la información para una determinada situación particular. El usuario puede decidir lo que es más interesante para su caso concreto, que puede coincidir o no con las necesidades de su vecino.
Notas de interés
Un cultivo altamente productivo.
El maíz para ensilar da mucha producción en un periodo de tiempo relativamente corto. Se trata de un forraje de alto contenido energético, con una parte considerable del mismo bajo forma de almidón, principio nutritivo de interés en la dieta de vacas lecheras y de terneros para engorde.
Una variedad para cada caso.
Desde hace tiempo está sometido a una intensa mejora genética que, sin embargo, no puede llegar a obtener un maíz para ensilar ideal para todos. Las necesidades concretas de una explotación pueden ser diferentes de las de otra: habrá quién prefiera gran resistencia al empuje del viento, otro deseará gran producción por ha, alguno querrá más bien una concentración energética lo más alta posible, etc.
Elegir bien es rentable.
Además, el cultivo del maíz es más caro que los pratenses. En su publicación anual de los resultados de evaluación de variedades comerciales de maíz para ensilar, el SERIDA recuerda siempre a los lectores que el 70% de sus costes de producción son fijos. Ello quiere decir que, por ejemplo, la preparación del terreno y los tratamientos fitosanitarios previos no dependen de la producción esperada ni de las propiedades del forraje que se obtendrá. Por tanto, resulta de sumo interés elegir bien la semilla a sembrar, pues por el mismo dinero podremos obtener lo que queremos o no.
Resultados de la evaluación de variedades.
Desde 1996, el SERIDA viene realizando ensayos de evaluación de variedades comerciales de maíz forrajero en las cuatro zonas edafoclimáticas de Asturias en que es posible el cultivo de esta especie. Los resultados se presentan en tres listas:
- Lista Provisional. Se refiere a las que solamente se evaluaron durante un año. Aunque el análisis estadístico efectuado por el SERIDA pretende diferenciar lo más posible entre lo que es imputable a la semilla y lo que se debe achacar a cada año climático, cuantos más años se haya evaluado una variedad, más fiable es dicha distinción.
- Lista Principal. Contiene las variedades de actualidad que se evaluaron al menos durante dos años, por lo cual los datos acerca de las mismas están más consolidados.
- Lista Complementaria. Agrupa las variedades que ya no son de actualidad. Se retiraron del mercado, sustituyéndolas por otras. Pero, conservan un valor histórico y sirven como referente ante las nuevas.
Zonas edafoclimáticas.
- Zona costera occidental. Presenta riesgo de fuertes vientos. Préstese especial atención al porcentaje de plantas caídas.
- Zona costera centro-oriental. Abundan los suelos arcillosos, muy encharcadizos. Presentan especial dificultad para conseguir el grado de mullido necesario para una buena nascencia del maíz. Una lluvia intensa tras el último pase de rotovator, puede dejar el terreno tan duro que obligue a rotovatear de nuevo. No es fácil conseguir sembrar antes del 15 de mayo (suelo muy húmedo). Hay que trabajar rápido aprovechando al máximo los días de buen tiempo. Una recolección tardía en octubre es arriesgada. Las lluvias otoñales pueden dejar el terreno tan húmedo que no permita trabajar a la cosechadora. No parece recomendable retrasar la recolección al 15 de octubre.
Por todo ello, en esta zona es más esencial aún el prestar atención al tiempo necesario para alcanzar el estado de grano pastoso-vítreo. - Zona interior de mayor altitud. Resultan arriesgadas las siembras tempranas, antes del 15 de mayo, por no haberse acumulado suficiente calor en el suelo. Además, los días necesarios para alcanzar el estado de grano pastoso-vítreo son muy superiores a los requeridos en las restantes zonas edafoclimáticas.
Por tanto, en las explotaciones de las altiplanicies asturianas, cabe contraindicar las variedades de maíz de ciclo largo. - Zona interior de baja altitud. Hay con frecuencia riesgo de desbordamientos de ríos y arroyos en otoño, que no sólo impidan la recolección, si no que arruinen el cultivo. Por tanto, interesa una fecha de recolección muy temprana.
En contrapartida, al no ser factible en esas ocasiones un cultivo de invierno-primavera debido a lo anterior (imposible sembrar en otoño), hay más facilidades para adelantar la fecha de siembra en primavera.
De ser posible la siembra otoñal de un cultivo de invierno, valórese el interés de sembrar, en lugar de raigrás italiano, una mezcla cereal-leguminosa (p.e., triticale-haboncillos o sólo haboncillos). Produce tanto como el rarigrás italiano, pero con un corte único en abril. Ello también permite adelantar la fecha de siembra del maíz e incrementar los días disponibles para que alcance grano pastoso-vítreo.